
A los pies del imponente mar de Andaman, en una pequeña isla de mayoría musulmana grabo este episodio. Quizás sean la multitud de islas paradisíacas que compiten por ser la más bella a su alrededor, o porqué la prohibición de beber alcohol no atrae a los turistas occidentales. Especialmente, aquellos que tanto se echan las manos a la cabeza cuando no respetan su cultura pero no parecen aplicar la misma norma para si mismos.
Aquí la tradición, la esencia y las raíces siguen prácticamente intactas, nada tienen que ver con la ¨prostituida¨ isla de Koh Phi Phi. Casas de madera construidas sobre las marismas, mezquitas, carreteras adoquinadas y campos de caucho se camuflan ante la siempre acechante jungla.